sábado, 12 de febrero de 2011

"La verdadera prueba, después de todo, es ser como los demás.
Una vez que eso sucede, ya no tiene que cuestionarse su singularidad.
Se libera no sólo de los otros, sino de sí mismo."
Paul Auster "Trilogía de Nueva York".

Hemos tirado la casa por la ventana, menú de noche con tres
platos y postre incluido, 50.000 dongs, cerveza de barril de
medio litro, 5.000 dongs. Total menú y cuatro cervezas
fresquitísimas 70.000 dongs, lo que viene a ser 2,7 euros.
Ocho comensales; dos canadienses, un australiano, dos
alemanes, un suizo y dos españoles.
Todos viajan un mínimo de tres meses y tienen ganas
de conocer gente nueva. Son abiertos, conocen mundo y
se ven muy pero que muy relajados.

Hoi An es una antigua colonia francesa que afortunadamente
ha sido declarada patrimonio de la humanidad. Su centro
histórico tiene una mezcla de oriente y occidente suspendida
en el siglo diecinueve. Edificios ocres de una sola planta
y portales de madera oscura. Calles y calles con el mismo
exótico aspecto.

El sur parece ser más agradable, cada vez más tranquilo y
hospitalario, y conociendo la historia de este país uno puede
entenderlo. El norte es la resistencia contra las fuerzas
extranjeras, contra franceses, japoneses y americanos.
Han sido muchos años de guerra tras guerra expulsando
enemigos del país y combatiendo la influencia imperialista.
Son el Viet Com, los ganadores de de la lucha entre los dos
Vietnam y contra el extranjero. Son la dictadura socialista
vietnamita tan palpable en Hanoi.
El sur es otra cosa, más abierto y hospitalario.
Sin embargo la globalización hace estragos en todas partes,
es cuestión de poco tiempo que todos vistamos igual,
comamos igual, llevemos el mismo móvil, etc.
¿Pero que imaginaba, que iban a estar esperándome entre arrozales?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Domi ayer en la gala de los Goyas aparecistes en un momento mientras salian las imagenes de una de las peliculas nominadas, no lo vi pero pero me llamaron para contarmelo.
un beso hermanito