Seis palillos son media cubertería.

Esto se acaba, esta mañana tempranito he realizado las últimas inmersiones y aunque esta zona no es ni la mitad de exuberante que Tailandia, he tenido la tremenda suerte de toparme a menos de un metro con una tortuga, mas tarde hemos ido a buscar una morena y la hemos encontrado y para terminar he seguido tranquilamente a un pulpo mientras cambiaba de color mimetizándose con los distintos tonos y relieves del fondo. Es como magia! Marrón con manchas azules, narangas con franjas amarillas, gris oscuro con motas fluorescentes, verde con letras que ponían "Heineken"... (había un poco de basura).

Esta noche afortunadamenteme disfrutaré el último "sleeping bus" de Vietnam y mañana Saigón de nuevo en mis dos últimos días de viaje.

Cenaré con Marta y Mat, unos amigos que hice en Halong y que llevan la misma ruta y leeré un poco antes de salir.

A propósito, lecturas de esta viaje:

"El desorden de tu nombre" y "La soledad era eso" de Juan José Millás.
" El Martillo de Dios" de Arthur C. Clarke.
"Trilogía de Nueva York" y "la noche del oráculo" de Paul Auster.

Cosas que quiero hacer en cuanto llegue a casa (y que se puedan contar aquí):

Comerme un cocido.
Usar papel higiénico resistente y con olor a lavanda o rosas.
Comerme unas migas (cortesía de La Hera)
Ver una película que entienda.
Dormir en una cama cómoda y con sábanas limpias.
Comerme un chuletón.
Pasar el domingo con Marta.
Ver a la familia.
Ver a los amigos.

Empezar a planificar el próximo viaje (e iniciar la hucha).