un regalo

Empezamos de nuevo

Esta es la nueva guía que acabo de comprar en la fnac hace no más de una hora, el título concreto es "Sudeste asiático para mochileros".

Bueno, espero que no sea demasiado precipitado hablar de ello tan pronto, hasta Enero no podré buscar una fecha pero lo ideal sería Mayo, Junio y no menos de 20 días.
Ya os iré contando.

Volando camino a casa.

Esto se acaba

Tras mi visita relámpago a Colonia y Montevideo, cruzando el Río de la Plata, mi periplo por tierras Argentinas adopta un carácter meramente urbano. Mi compañera de tango, Carolina, partió hacia París hace dos días y la salida a Uruguay le prometí hacerla en nombre de los dos. Así que ahora, de nuevo en Buenos Aires me encontraba un poco a la expectativa de nuevas actividades.

Curiosamente ayer, en el hotel, mirando la televisión durante el desayuno, veo a un tío pelón y con traje blanco haciendo teatro entre unas ruinas romanas ¡ostias el Recio! señal inequívoca de que se termina el viaje.

Me gustó verle a 10.000 Km por el canal internacional de TVE y sentí cierto orgullo, así que me alegró el día (ni que decir tiene que otras veces siento vergüenza ajena teniéndole al lado).

Después de esta sorpresa y tras leer en el periódico que Patrice Pavis (un importantísimo semiólogo teatral francés, autor de "El" Diccionario de Teatro ) está en la ciudad con motivo de unas jornadas internacionales de teatro sudamericano, decido dedicar mis últimos días a estas jornadas.

Así que aquí estoy, asistiendo a un taller con Javier Daulte, autor de "Criminal" o "¿Estás ahí?" (dos de las lecturas que más he disfrutado ultimamente) , viendo teatro de Spregelburg, otro dramaturgo fabuloso con el que dí clases en Madrid y Badajoz y asistiendo a charlas de otros autores bonaerenses.

Le prometí a una amiga que olvidaría el teatro durante un mes y al menos lo he conseguido durante 26 días, todo un record. Sin embargo tener esta experiencia de contacto con actores y dramaturgos argentinos es un caramelo con el que terminamos este maravilloso viaje.

Como ya he dicho esto se acaba y es el momento de hacer balances. He ido apuntando algunas cosas que deseo recordar.

• La elegancia es un concepto que puede convertirse en un lastre (los mochileros no tienen porqué conjuntar la ropa).
• No pasa nada si alguien te ofrece beber mate y debes soplar por la misma boquilla por la lo hicieron los restantes 25 desconocidos pasajeros del autobús en el que viajas (aunque tampoco es necesario hacerlo todos los días).
• Antonio Vega miente.
• Las toallitas húmedas ayudan a mantener la autoestima.
• No es necesario cambiar de hemisferio para disfrutar de la gente y de uno mismo.
• Me encanta haber venido hasta aquí para descubrirlo.
• Por muy inseguro que te encuentres nunca te agarres a las orejas de un caballo.
• Tengo muchísimos amigos.
• Soy un tipo con suerte.

A partir del lunes estaré en España y puede que dé por finalizado este blog. Puede que lo organice de manera inversa, cronológicamente y así pueda leerlo como un diario de viaje.

Es el momento, por vuestra parte, de dejar los últimos mensajes, en esta ocasión sí os lo pido directamente para que forme parte de este diario. Cuando eche mano de él , me encantará recordar lo acompañado que estuve.

Hacia Colonia

Bueno, ha habido cambio de planes, al final me vine directamente a Montevideo a conocer la ciudad. Sé que está feo decirlo pero la verdad es que esta ciudad no tiene mucho que ver. La gente es maravillosa pero para un paseante no es especialmente interesante.
Así que salgo corriendo hacia Colonia y a media tarde de vuelta a Buenos Aires. Me acaban de entrar unas ganas de juerga que no te imaginas y creo que puedo encontrar conpinches para esta noche.

Por otra parte voy sintiendo ya que esto se acaba, voy teniendo ganas de estar en el pueblo y empezar a trabajar, aunque aquí ya estoy estudiando textos que me han enviado.

Más tarde cuento algunas cosas, ahora sale mi colectivo.

Salgo para Uruguay

Pido perdón por estos días de incomunicación pero la verdad es que no había mucho que contar.
Hoy continuo mi viaje cruzando el río de la Plata, tomo el ferry en una hora y entro en Uruguay por Colonia, una de las primeras ciudades rioplatenses. Esta noche espero pasarla en Montevideo, ya veremos.
De momento os pongo algo de música.

Comienzan las clases.

Este fin de semana he recibido mis dos primeras lecciones de Tango y sinceramente creo que tengo al profesor impresionado, dice que no tiene palabras y me anima a cambiar de clase (supongo que a un nivel superior) alegando que un bailarín como yo en un curso como el suyo es un verdadero desperdicio y que él tiene como norma deshacerse de los desperdicios. (Les Luthiers).

Pondré fotos y quizá algún vídeo durante la semana, no me atreví a sacar la cámara por la noche sin saber por qué zona me iba a mover. Aquí la cosa esta algo chunga.

Os dejo fotos, eso sí, del barrio de La Boca y de los alrededores de la cancha del Boca Juniors.

La Boca es un antiguo barrio de emigrantes de Buenos Aires, su característico colorido se debe a que pintaban las casas (los conventillos) con las sobras de pintura de los barcos que llegaban al puerto. Actualmente la vía principal de esta zona "Caminito" es una auténtica escenografía y ambientación de principios del siglo pasado orientada principalmente a turistas. Aunque no deja de tener su encanto.

De vuelta a Buenos Aires y va la tercera.

Otra vez aquí, esta vez con un poco menos de ganas. Creo que pasarme tres días mojado en las cataratas (donde parece que llueve de abajo a arriba) ha terminado por bajarme las defensas y hoy más que nunca siento no estar acompañado. La verdad es que el invierno aquí es de lo más triste.

Hoy he estado en el zoo y más que nada he sentido pena por los animales, no se puede tener a un chimpancé encerrado en una jaula de 4x4 m toda la vida, es inhumano.

Así que ya veis, hoy no hay mucho que escribir.

Intentaré comenzar hoy mis clases de Tango.

No hubo suerte.

Parece ser que no se van las nubes. Os dejo unas fotos y salgo de regreso a Buenos Aires otras 16 horas. Ya he comentado que los autobuses son un lujo, con camas y azafatas.

Si llego a tiempo de coger algun ferry para Montevideo, manana almuerzo en Uruguay (este teclado es un asco).

Parece ser que el tiempo en esta ocasión no está de mi parte, prometo que es enorme aunque no sea capaz de registrarlo con mi cámara, el ruido es ensordecedor en varios kilómetros a la redonda y los bichos estos, parecidos a osos hormigueros pequeñitos, campan a sus anchas por todo el parque natural.

Estas son las cataratas vistas desde el lado brasileño, mañana las veré desde el lado argentino que es literalmente debajo de varios de estos saltos. Recemos para que salga el sol y pueda fotografiar el arcoiris que se forma.

Si tengo tiempo y decido quedarme un día más, hay una excursión a caballo que visita una tribu indígena (pseudoindígena) en mitad de la selva. Los llaman al móvil y si tienen un hueco te bailan unas danzas. Lo que hay que ver.

Ahh, se llaman coatíes, los animales.

Santa Fé.

Sólo una lineas porque mi autobus sale en 15 minutos. Hemos cerrado una etapa más del viaje y he tenido la oportunidad de conocer a los amigos de las Casas de Extremadura de Santa Fé y de Rosario y conocer personalmente a Gisela (amiga de Ivana y Jaime).

Ahora 15 horas de autobus más y mañana por la mañana estaré viendo las Cataratas de Iguazú.

Os cuento más cuando pueda.

Gisela.

Miembros de la Casa de Extremadura en Rosario.

Miembros de la Casa de Extremadura en Santa Fé.

En Rosario.

Me encuentro en la ciudad de Rosario, a unos 340 km de Buenos Aires. Si el argentino en general es un pueblo patriótico, el rosarino es un exceso de orgullo nacional. La ciudad esta llena de gente por las calles, el ambiente es estupendo y el monumento a la bandera es impresionante.

He estado paseando toda la mañana y a las siete, después de una reunión con los responsables de la Casa de Extremadura, salgo para Santa Fé donde pasaré la noche.

Os dejo fotos.

La foto de la comida es lo que me han vendido como un cocido español.

Ahh, muchas gracias a todos por los comentarios. Este blog, además de una forma de contaros mi viaje y evitaros el coñazo de escucharme cuando regrese, pretende ser un recuerdo de esta experiencia.

Vuestros mensajes también forman parte de él.

Pasó el peligro.

Resulta que no había nadie más en la habitación, Uff...
La verdad es que ha sido una suerte lo del amigo esté. Un día haré un listado de la gente que me he ido encontrando.
Anoche decidí salir cuanto antes hacia el norte para ver las cataratas de Iguazú. Así que ya estoy de camino, parada en Santa Fé y Rosario para visitar a la gente de las Casas de Extremadura en Argentina e intentar repetir pronto el viaje (esta vez a trabajar) y el miércoles calculo que estaré viendo saltos de agua y monos. Hasta entonces no creo que haya fotos interesantes. Bueno a lo mejor hago alguna para Juanma (tu sabes).
Lo mas interesante de hoy... "Ficciones" de Borges, parece que me va a acompañar unos días y "El Aleph" que ya dejé en Buenos Aires. No te preocupes Blanca que tomé nota.

Mi amigo el suboficial Espinosa

Parece ser que el vuelo a Buenos Aires no saldrá hasta las cuatro de la mañana y como me encuentro en el aeropuerto más pequeño del mundo y no hay mucho más que hacer, voy a relatar algo muy curioso que acaba de sucederme.
Resula que andaba yo buscando un teléfono público desde el que poder hacer una reserva de hotel para mañana en Buenos Aires. Varios teléfonos estropeados, y en esto que me dá por preguntar al suboficial Espinosa.
Me acompaña a buscar más y finalmente, ante la inexistencia alguno útil, me invita a usar el de comandancia aérea.
Tras la llamada a un hotel en el cuál no disponen de habitaciónes libres, mi amigo, el suboficial Espinosa, se ofrece a ayudarme a encontrar alojamiento. Lo acepto gustosos y mi amigo comienza ha realizar varias gestiones.
No quiere extenderme contando los pormenores así que basta con decir que mañana me hospedo en el "Círculo de Oficiales" (algo así como una residencia de las fuerzas aéreas) en calidad de pariente del Teniente Ricobanda, por recomendación de nuestro amigo común el Suboficial Espinosa Rolando.
No sé si para celebrarlo voy fumarme el cohete que me regaló el remisero Pablo (otro buen amigo), o esperaré a llegar a la residencia.
Aunque pensándolo bien, no me han asegurado una habitación individual y podría darse el caso de que tuviera que compartir con alguien más del cuerpo.
Así que como no sé que intimidad tendré...
Con vuestro permiso.

Cabalgando por Tierrra de Fuego

Pido perdón por adelantado por la monografía fotográfica de mí mismo en caballo, pero quería inmortalizar este momento.

Debería buscar otros adjetivos que no sean increible, extraordinario o maravilloso, prometo leer más a partir de ahora.
Sé que soy un poco peliculero pero eso de montar a caballo en el fin del mundo es algo que me queda como experiencia. Y lo que voy a disfrutar contándolo.
¿Eh, Pedro? ¿A que eso se puede explotar?

Termina mi experiencia por el sur y en dos horas estoy cogiendo un vuelo para Buenos Aires. Pensaba descansar pero es probable que mañana salga rumbo a Iguazú pasando por Rosario, Santa Fé y Misiones, lo pensaré en el avión.

Estos días he tenido la sensación de que podría quedarme aquí para siempre, es extraño, con toda probabilidad no volveré en la vida. Probablemente es ese convencimiento el que me permita abandonarme a esa idea. Que raro somos.

Os dejo las fotos.

Canal de Beagle

Pues aquí me encuentro, navegando por el canal, frente a una isla llena de lobos marinos y otra con cormoranes. Los lobos son igual de curiosos que las ballenas y nadan en manada junto al barco.

Hace unos momentos pude ver un pingüino solitario. Es para reirse, por lo visto no es época de pingüinos por el frío, hace demasiado.

¡HACE DEMASIADO FRÍO!... ¿PARA LOS PINGÜINOS?

Por lo visto en esta época están en las costas de Brasil.

Sólo a mi se me ocurre venir en invierno.

Hemos estado viendo restos de la cultura Yámana, una de las tribus indias de esta zona. LLegaron hace como 7000 años y a partir de la llegada del hombre blanco, hace menos de 150, han ido desapareciendo. Sólo queda un individuo, una mujer en Puerto Williams.

Increible, iban desnudos y cubiertos de grasa de lobo marino.

Os dejo fotos de esta tarde.

Mañana, el parque Nacional de Tierra de Fuego y, de madrugada, vuelo directo a Buenos Aires.

desde Ushuaia

Las fotos prometidas del Perito Moreno, las dejo y me piro a comer "cordero fueguino" y a tomar un barco para ver lobos marinos en el canal de beagle.

Esta noche escribiré algo.

Un dato; la altura del glaciar es de 65 metro.

Y gracias Emilio por recomendarme esta cámara. Conseguí hacer balance de blanco.