lunes, 14 de febrero de 2011

Doce interminables horas en un autobus, con los pies descalzos de un alemán en mis narices. En el anterior, también doce horas y al conseguir conciliar el sueño, creo que babeé sobre un austríaco.
Adaptarse a las costumbres locales implica olvidar el concepto de espacio vital.

Estoy en Nha Trang buscando un poco de sol y playa.

6:20 A.M. Esta mañana toca buceo, dos inmersiones y me he levantado con dudas sobre si me acordaré de todo lo que aprendí en Koh Tao.
Había cosas que no había que olvidarse de hacer y cosas que no había que hacer bajo ningún concepto.
Bueno, todo es ir probando.

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