miércoles, 16 de febrero de 2011

De nuevo en Saigón después de 28 dias, 4.000 km de carreteras, 60 horas de autobus, 15 horas en barco y cuatro pasos por aduana.

He dormido en habitaciones de cuatro euros y habitaciones de doce (en plan sibarita) sin renunciar nunca al disfrute de habitaciones individuales con baño dentro, comido por un euro y medio en puestos callejeros en Bangkok y en restaurantes donde un menu y dos litros de cerveza no superaban los tres euros, he sacado el curso de buceo por doscientos euros con alojamiento incluido en una preciosa isla de Tailandia (En españa serían seiscientos) y me he encargado dos camisas por nueve euros cada una.

He comido grillos, larvas y lo que me resultó mucho más dificil... Tofu (dedicado a Muriel)

Estoy bastante cansado de tours turísticos así que no se si ir mañana a los tuneles de Cu Chi, donde se ocultaba el Viet Com. El viaje ha sido mucho más completo de lo que yo pensaba y aunque he de reconocer que Vietnam no ha sido tan interesante como yo pensaba, Camboya y Tailandia han superado con mucho mis expectativas. De haber tenido diez días más hubiese hecho una escapada a Laos donde por lo visto se puede disfrutar de una cultura mucho menos invadida por occidente y de unos paisajes naturales más vírgenes (se puede ser mas o menos virgen?)

Próximo destino:

1. Peru y el camino del inca. Cuatros días de treking para terminar contemplando el amanecer en el Machu Pichu.
2. Ecuador, culturas indígenas y visita a las islas Galápagos para bucear junto a tiburones martillo, lobos marinos, tortugas y con suerte ballenas.
(falta saber si se pueden hacer en un mismo viaje)

(de nuevo vuelvo a escribir esto como declaración de intenciones. Hasta ahora cada vez que lo he escrito se ha terminado realizando, así que no rompamos la buena racha)

Sigo alucinando con estos viajes, siempre pensé que era algo que no me tocaba hacer a mí y después de las experiencias de Argentina y Vietnam estoy convencido de que este es solo el comienzo...

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