miércoles, 25 de junio de 2008

Esta mañana al despertarme, tomé la decisión de hacer un viaje

.
Es algo hermoso eso de la autosatisfacción, la falta de preocupaciones, estos días llevaderos, a ras de tierra, en los que no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer, donde todo no hace sino susurrar y andar de puntillas.
Ahora bien, conmigo se da el caso, por desgracia, de que yo no soporto con facilidad precisamente esta semisatisfacción, que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas, a ser posible por la senda de los placeres y también por la necesidad por el camino de los dolores. Cuando he estado una temporada sin placer y sin dolor y he respirado la tibia e insípida soportabilidad de los llamados días buenos, entonces se llena mi alma infantil de un sentimiento tan doloroso y de miseria, que al dormecino dios de la semisatisfacción le tiraría a la cara satisfecha la mohosa lira de gratitud, y más me gusta sentir dentro de mí arder un dolor verdadero y endemoniado que esta confortable temperatura de estufa.


HERMANN HESSE
EL LOBO ESTEPARIO

1 comentario:

Unknown dijo...

Espero que tengas un buen viaje, si me permites que te recomiende algo sería divertido que te llevaras una cámara de fotos y un reproductor de música y que fueses colgando fotos y músicas según avanza el viaje, así podríamos vivir, aunque sea emocionalmente, ese viaje contigo.